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martes, 3 de enero de 2012

Cuento terror

EL CORREDOR DE LOS ESPEJOS

La mansión Ciliegi, fue construida en el siglo XVII como regalo de bodas de padre de la señorita Felicia quien años más tarde se casaría con el joven famoso y adinerado Sebastian de Córdoba que en esos tiempos era deseado por miles de mujeres pero que la señorita Felicia fue la única que conquisto su corazón y fue la elegida como su esposa. La mansión es enorme y descaradamente lujosa aun para estos tiempos, pero lo característico de esa mansión es un corredor de 10 habitaciones con espejos diseñado y construido por el arquitecto Salvador Marín por mandato de la ya entonces señora Felicia de Córdoba quien su única obsesión aparte de su esposo, eran los espejos. 10 habitaciones corridas cada una con una extensión pequeña donde caben sólo dos personas, con 4 espejos en cada pared de su interior. 

Cuenta la leyenda que después de la misteriosa desaparición del señor Sebastian ella quedando terriblemente desconsolada una bruja le prometió que al atravesar todos los espejos podría  volver a ver a su marido, al final del corredor. Así que cada 10 años ella bajo un hechizo puede salir de un espejo para atravesar el siguiente y así pasar a la siguiente habitación.

Justamente el 13 de mayo del 2010 se cumplen 10 años que atravesó el espejo numero 6, por lo que es tiempo de que pase a la habitación numero 7. –Ja, lo gracioso de todo esto es que la mansión queda justo del otro lado de mi colonia, no muy lejos de aquí…seria interesante verlo, pero no creo que sea verdad.

Saque el libro de la biblioteca para mostrárselo a mi medio hermano, Víctor, a quien le puedo confiar cualquier cosa, extrañamente nos llevamos muy bien, y digo extraño, porque por lo regular los hermanos se la pasan peleando todo el tiempo y con nosotros no pasa así, siempre estamos juntos y nos llevamos de maravilla, quizá sea por que no somos de la misma madre y eso hace que seamos diferentes y nuestra relación este de maravilla.
 Decidí contarle lo de la historia porque a el le encantan los misterios como estos. –Tenemos que ir….me lo dijo en cuanto acabo de leer con los ojos maravillados
-Ja, ja, ja, estas loco.
-No, de verdad esta es una señal, dices que sin querer encontraste el libro, la fecha es la próxima semana y la mansión esta justo a unas 15 calles de aquí…el destino quiere que vallamos.
-Pues el destino esta loco si cree que voy a ir, solo es una leyenda…

Me convencio, sólo porque me prometió que pagaría mis deudas de la paleteria de Don P, esque amo los helados y siempre me fian porque nunca tengo dinero. Sólo asi me convencio de ir, yo estaba muy escéptica, meternos a una mansion misteriosa abandonada hace quien sabe cuantos años era cosa de terror, pero ya era un echo y tenia que ir.

Allí estaba, frente a nosotros la enorme e imponente mansión que un día tuvo vida y que tal ve hoy la cobraría otra vez. Trate de convencer a Victor de que se arrepintiera pero estaba tan decidido que ni siquiera me escuchó, gracias a que los dos somos unos flacuchos cupimos muy facil entre los barrotes de la reja principal. Fue muy sencillo llegar hasta la puerta de la enorme mansión, lo difícil fue atreverse. Víctor abrio la puerta, era imposible, la casa abandonada no lucia asi sino todo lo contrario, estaba perfectamente limpia, intacta como si alguien viviera ahí, sin embargo no debia ser aisi, porque todo el mundo lo sabría.

 –Victor vámonos, no te parece extraño que la casa no lusca abandonada con polvo y telarañas como en las peliculas?.
 –Exacto, como en las peliculas, esto es real, no tengas miedo, ya estamos aquí tenemos la gran oportunidad de presenciar lo que ocurre cada 10 años no podemos desperdiciarla, ven el corredor esta por alla. 
– Pero esque no puede ser, alguien definitivamente vive aquí, ¿y si nos encuentra y nos acusa de ladrones? – Nadie nos va a encontrar si no lo permitimos, no debe haber nadie, confia en mi.
- Esta bien, pero no acosta de que sufra un infarto.

Sigilosamnete caminamos sin hacer tanto ruido, yo seguia pensando que en cualquien momento una alarma iba asonar, un perro, algo, alguien que nos encontrara. Sobrevivimos hasta llegar al largo corredor. De la puerta uno a la seis, estaban de color negro pero hasta la siete era todavía del color de la madera, madera fresca y hermosa.Tal como en las fotografias de libro, sólo que más lujubre, mas escalofriante.
 –Victor ya no quiero estar aquí, todavía podemos escapar.
 –No hay nada de que escapar sólo espera. 

Sentia en el corazón que si había algo de que escapar pero Victor no qizo escuchar. De repente un viento helado nos envolvió, me estremesi y le aprete muy fuerte la mano a Victor. Las puertas se empezaron a iluminar una por una y al final se empezaron abrir, con un rechinido espantoso, una tras otra. Era verdad, alli estaban los espejos, enormes como los de las princesas de los cuentos, 4 en cada pared cuyo reflejo iba deslumbrando el corredor. Tras cada puerta abierta yo temblaba cada vez más, yo quería gritar pero me quede pasmada, el grito se quedaba atrapado en la garganta. Se estaba acercando la número siete...

No se en que momento solté la mano de mi hermano, pero ya estaba demasiado lejos, quizá cuando se abrió la última puera que se tenia que abrir tras 70 años, fue un brillo intenso por la luz que irradiaban los espejos. Una mano me jaló del brazo con gran rapidez, sentía mis pies despegados del suelo
- víctor, victor ayúdame- Es lo único que se me ocurrió decir y poco a poco dejaba de escuchar los gritos de Víctor
- Felicita, Felicia nooooooo!!!!. 
Cerré los ojos y no se como pero pude ver lo que mi hermano hacia, salir corriendo de la mansión la cual ya lucia abandonada, llorando con terror y espanto. Todo paso frente a mis ojos como una pelicula: Victor llorando con mis padres, dandoles la terrible noticia
- Se murió, se murió…- Mi entierro, como aventaban rosas blancas a mi ataud, mi mama desconsolada abrazada de Victor y papá…y al final vi una tumba, en un bello jardin culla lapida decia “Descance en paz Felicia Senteros".

Y yo atrapada en este maldito espejo sin saber como salir, y ni siquiera vi a esa tal Felicia que si, se llama como yo. Por qué tuve que encontrar ese libro y por qué tuve que venir. Llegara el día, dentro de 10 años en que salga de aquí y les muestre a todos que no estoy muerta…¿o acaso si lo estoy?

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